Desde inicios de la década de los 90´s, la producción de maíz se ha visto limitada por la aparición de una combinación de hongos denominada mancha grasienta o mancha negra o de asfalto.

Esta enfermedad del cultivo provoca importantes pérdidas en el rendimiento de la planta y perjudica la calidad del forraje.

Conocer más acerca de este problema, sus características y cuidados para evitar su propagación son fundamentales a la hora de pensar en una producción completa que no genere riesgos en la cadena.

En el mercado existen algunos fungicidas especializados para controlar esta mancha. A continuación conocerás lo necesario para combatir este gran problema.

¿Cómo se desarrolla la mancha grasienta?

Esta es una enfermedad activada por la conjunción de tres hongos: Monographella maydis, Phyllachora maydis, y Coniothyrium phyllachorae. Estos se alimentan de los azúcares de la planta, lo que genera la muerte de las hojas y posteriormente de la planta completa.

En su etapa inicial, se manifiestan pequeños puntos negros en las hojas rodeados por un halo de color amarillo, el que con el incremento de la enfermedad se amplía llegando a cubrir completamente la hoja. Esta mancha seca la hoja y luego la planta muere.

Cuando la infección ataca la planta y esta se encuentra en una fase temprana anterior al llenado de las mazorcas, estas quedan más ligeras, pues los granos quedan sueltos y sin drenados. Además, suelen tener una germinación temprana.

Es más frecuente que la mancha grasienta aparezca luego de la floración de la planta, pero en algunas condiciones de lluvias continuas, se puede presentar antes de la floración, generando importantes pérdidas de la producción.

Si la enfermedad se encuentra avanzada en etapa de embuche o floración se amplía la posibilidad de pérdida del rendimiento del grano hasta incluso en su totalidad, mientras que si la mancha se manifiesta posterior a esta etapa, el rendimiento puede disminuir hasta en un 50%, pues el grano no completa su desarrollo.

¿Cómo controlar el desarrollo de la mancha grasienta?

Es muy importante realizar un monitoreo constantemente para así identificar inicialmente la presencia de la enfermedad.

Este es conveniente realizarlo aproximadamente a los 40 días después de la emergencia del cultivo o en la octava etapa de la hoja.

El uso de fungicidas específicos para el tratamiento es muy importante. Destacamos el uso de un fungicida sistémico de acción preventiva y curativa a base de Fluoxastrobin y Tebucanazole.

La aplicación en etapas de control y manejo de la enfermedad permite que los cultivos disminuyan considerablemente las posibilidades de pérdidas de producción, que influyen fuertemente en la economía y la cadena productiva.

Además es importante el desarrollo de apropiadas prácticas agronómicas como la rotación de cultivos, integración de rastrojos en los sitios donde se haya presentado la enfermedad y así contribuir a la eliminación de los agentes que puedan volver a causar la enfermedad, así como la utilización de densidades adecuadas para cada región, ya que al superarlas, es más probable la propagación de la enfermedad.

Además, la realización de siembras en fechas tempranas y escalonadas, son factores que influyen en el control y prevención del desarrollo de la enfermedad.

En cuanto a los a los fungicidas como el Evito T, es muy importante su aplicación, ya que los patógenos se alojen y generen resistencia.

La recomendación de aplicación es desde los 35 días posteriores a la siembra o al detectar los primeros síntomas y las condiciones medioambientales son propicias para el desarrollo de la enfermedad, como altas temperaturas y humedad.

El control y la prevención de estas enfermedades es vital para que la producción se desarrolle de forma adecuada y no genere pérdidas considerables. En Serfi tenemos productos fungicidas, pesticidas y una diversa gama de productos especializados para la gestión agrícola e información disponible para que puedas orientarte en el cuidado de estos cultivos.